«Los derechos, todos ellos, son un invento humano.
La noción de derecho no tiene ADN ni compuestos tangibles.
Uno no puede ver derechos bajo un microscopio...
Los derechos pertenecen a un abstracto producto de la mente humana.
Hay muchos intelectuales que, por este motivo, sostienen que la expresión “derechos humanos” es una redundancia: un derecho no puede ser otra cosa que humano».
Priscila Guinovart Durante decenas de miles de años, la naturaleza ha proporcionado alimento animal y vegetal a los humanos.
Además, en numerosas ocasiones algunas especies han sido instrumento imprescindible para el desarrollo y la evolución de las sociedades.
Hoy algunos pretenden esconder esta realidad.
Quieren otorgar igual naturaleza a humanos y al resto de seres vivos.
¿Estamos ante un error de la filosofía? ¿Responde esto a esa especie de sentimentalismo social cada vez más invasor? ¿Encontramos una respuesta abierta de los animales semejante a la que nosotros les concedemos? Este libro revela con claridad los excesos de las formulaciones animalistas, que equiparan los derechos humanos a los derechos de los animales; aporta argumentos sólidos para explicar a los defensores del animalismo que sus posturas son desmesuradamente personalistas, y que sus postulados proceden del desconocimiento real de los verdaderos derechos y sus consecuencias. El autor llama la atención sobre esta tendencia igualitarista, que traslada determinados derechos humanos a los animales.
El propósito... |